El partido entre los Baltimore Ravens y los San Francisco 49ers, celebrado en la noche de Navidad, resultó en una impresionante victoria de los Ravens con un marcador de 33-19. Este encuentro, considerado como un posible adelanto del próximo Súper Bowl, destacó por la dominante actuación de los Ravens, especialmente de su quarterback Lamar Jackson.
Los 49ers, llegando al partido con una racha de seis victorias consecutivas, se enfrentaron a los Ravens, quienes lideran la Conferencia Americana con una marca de 12-3 y se perfilan como grandes favoritos para el Súper Bowl. La defensa de los Ravens fue crucial, logrando cinco intercepciones contra los quarterbacks de los 49ers, incluyendo cuatro contra Brock Purdy, quien tuvo una de las peores noches de su carrera, terminando con 285 yardas y 18 envíos completados en 32 intentos.
Por otro lado, Lamar Jackson brilló con 252 yardas, 23 completos en 35 envíos y dos pases de touchdown, además de agregar 45 yardas por tierra. Los Ravens establecieron su dominio especialmente en el tercer cuarto, anotando 17 puntos sin respuesta. A pesar de un esfuerzo tardío por parte de los 49ers, la ventaja ya era demasiado grande para ser superada.
El resultado deja a los Ravens firmemente en la cima de la Conferencia Americana y posiciona a Jackson como un fuerte candidato para el MVP de la temporada. Los 49ers, a pesar de la derrota, siguen siendo líderes en la Conferencia Nacional con un registro de 11-4, igual que los Philadelphia Eagles.
Este partido no solo fue un golpe de autoridad por parte de los Ravens, sino que también planteó interrogantes sobre la capacidad de los 49ers para enfrentar a equipos de alto calibre en momentos críticos de la temporada.
Sintoniza El Daily Diario con Ale Diaz de la Vega